Charlie y la Fábrica de Chocolates: Curiosidades de la película sobre el chocolatero más excéntrico.

 

La película musical de Tim Burton fue estrenada el año 2005. Esta entrega fue la segunda adaptación (la primera estrena en 1964) del libro de Ronald Dahl del mismo nombre. Hoy te contamos algunas curiosidades de la segunda entrega de la famosa fabrica, 20 años después de la primera producción: 

Antes de que Tim Burton fuera oficializado como director hubieron otros considerados para el trabajo, directores como Gary Ross, Rob Mintoff e incluso Martin Scorsese fueron opciones. Sin embargo, cuando Burton fue confirmado trajo consigo sus regulares colaboraciones con Johnny Depp como Wonka, su exesposa Helena Boham Carter, como la madre de Charlie y Danny Elfman, encargado de la música. Antes de Depp se consideraron actores como Nicolas Cage, Jim Carrey, Will Smith, Brad Pitt y Adam Sandler.

Hubo una inversión gigantesca para hacer la película, sobre todo, si dentro de esto, consideramos la dedicación que hubo al crear los sets de grabación. ¿Recuerdan el primer escenario, en donde los niños son libres de comer cualquier cosa ya que todo está hecho de caramelo? Pues era verdad, los chupetines, los bastones de caramelo y las piedras gigantes de caramelo todos eran prototipos hechos de real caramelo.  

La cantidad de chocolate en el set también era astronómica. Se utilizó 927,403.1 litros de chocolate falso para levar el rio y la catarata de chocolate icónica de la película. Así como las 1850 barras de chocolate real que Nestlé le dio a la producción.

El compromiso de los actores era muy real y, en algunos cansos, muy exhaustivo. Deep Roy, quien representó a todos los Oompa-Loompas, reprodujo los movimientos de cada personaje cientos de veces que luego fueron puestos juntos en post-producción.

Anna Sophia Robb, Violet Beauregarde en la película, tenía constante dolores de mandíbula debido a pe su personaje estaba constantemente masticando chicle y no solo eso, sino que, hacia globos, los reventaba y lo debía masticar lo más continuo posible para hacerlo creíble y fiel a su personaje.